En el aullar del viento que despeina mi pelo.
Todo es quietud, todo es silencio.
A lo lejos, se escucha una canción de viejos tiempos.
Se descorre la cortina y resurgen como en sueños los
recuerdos.
Con ellos respiro, camino, sobrevivo.
Amor, estás conmigo y no te veo.
Te escucho y no te tengo.
Cómo aliviar el dolor que llevo dentro.
Nada me interesa, no miro a mi alrededor.
Espero verte y sé que es imposible.
La locura me embriaga, la soledad se arraiga en mi
piel.
Te siento, pero no te tengo.
Vuelve a mis brazos
Reencárnate en flor, en beso.
Vuelve a mí. Ámame.
Marielys L. Mar 2012
VUELVE.
Vuelve otra vez y tómame.
Amada sensación, retorna y tómame.
Cuando la memoria del cuerpo se despierta,
un antiguo deseo atraviesa la sangre.
Los labios y la piel recuerdan,
las manos sienten.
Aun te tocan.
Vuelve otra vez y tómame.
Los labios y la piel recuerdan.
Marielys L. Mar 2000
TIEMPO.
Solo seis letras posee esta palabra.
Aunque pequeña, su significado pesa en el alma cuando
se ama de verdad.
Las horas pasan, los minutos se detienen.
Todo en conjunto castiga, lacera los pensamientos que
no queremos olvidar.
Cuantos recuerdos, cuantos momentos felices perdidos
en el tiempo.
Pasan los días, los meses, los años.
Momentos atrapados se sumergen en nuestra piel y se
hacen eternos.
Es la esencia del amor, muchos creen que no existe.
Piensan que solo es una palabra más del diccionario.
Pobres de los que nunca puedan palparlo.
Pobres de los que no los roce este sentimiento.
Tan siquiera, como un soplo de aire fresco, al
sentirlo podemos respirar libremente,
Sonreír ampliamente, iluminar nuestra mirada.
En ese momento podemos atrapar el arcoíris sobre el
cielo.
Marielys L. Mar 2002
ABANDONO.
Sobre la playa desierta, se levanta una sombra sin
nombre.
Solo el tiempo y la distancia reconocen esa piel.
Piel morena, sangre joven, palpitante de emoción.
Abandonado sobre la arena no se oye ya su voz.
Todo se ha detenido, se respira la quietud.
Juventud perdida, abandonada en los brazos del tiempo.
Vacío infinito, retazos de recuerdos, entrelazados en
una fuerte trenza.
Corazón vuela, llega lejos, con tus alas levántate
sobre ese mar.
No te sientas solo.
Revive los momentos, camina por el mundo repartiendo
amor.
Camina fuerte, sin miedo.
Si tropiezas levántate.
No te encuentras solo, no sientas el abandono.
A lo lejos, alguien observa. Camina junto a ti.
Madrigal de sueños que un día perdimos.
El mañana es incierto.
Las puertas del futuro, se abren ante mí.
Solo se siente abandonado el que quiere serlo.
Marielys L. Mar 2000
TRITONES.
(Los sueños en ocasiones de tornan tragedias)
Marejada de sueños,
historias sin fin tejidas en el tiempo.
Marejada de recuerdos a lo largo del camino.
Corazones valientes sedientos de mar.
En el viento un quejido, un triste cantar.
Noche de tragedia, noche de llorar.
Corazones rotos, ya no amaran más.
A horcajadas, como Tritones del mar.
Vencidos por la marea, se han marchado ya.
Acurrucados sobre las olas, yacen en el mar.
Amantes de la noche, arrebatados por el mar.
Marielys L. Mar 2000
QUIEN SOY.
Me pregunto quién soy.
Soy una persona que renace cada día, con un rayo de sol,
un escalofrió, y hasta con un tropezón.
Todo tiene una razón de peso en mi corazón.
Soy como el Sinsonte que en el monte canta libre su
canción.
Como las mariposas que en sus aleteos tal parece
perdemos hasta la razón.
Soy el rio limpio y cálido cuyas aguas siempre te
reciben y tan solo necesitan cuidado y protección.
Que bella es la vida.
Cada día nos enseña cómo vivir y dejar a un lado
sentimientos impuros que enturbian el alma y la razón.
Vivimos pensando en el mañana y no vivimos el hoy.
Hoy renaces del vientre de una madre generosa, madre
que acoge en su seno y sana todas las impurezas de tu alma.
Ya sé quién soy.
Soy un ser que deambula en un mundo apartando de su
camino espinas y recogiendo flores aunque ya estén marchitas.
Soy un ser que admira la belleza a su alrededor, las
riquezas naturales que Dios ha depositado para disfrutar y cuidar.
Soy eso y quien sabe cuántas cosas más.
Nunca sabemos ni imaginamos hasta donde somos capaces
de llegar. Cuando nuestras fuerzas se agotan y los pies no nos permiten ya
andar.
Solo el valiente se levanta y continúa con paso firme
y la cabeza erguida, apartando los obstáculos que la vida nos pone.
Somos partículas de polvo en el Universo infinito.
Nos creemos muy fuertes, muy seguros, y no nos damos
cuenta que con un soplar de un viento fuerte ya no somos nada.
Tropezando y tropezando crecemos y nos convertimos en
mejores personas, lo valioso es la lectura de vida que nos deja este tropezón.
Nunca pensemos en caer, pensemos en un desequilibrio, será
para bien, para crecer, para aprender de una vez que cada minuto cuenta. Que es
valioso.
Que siempre estará extendida una mano para no dejarte
caer.
Levantemos siempre esa mano, mantengámosla extendida,
estemos atentos.
Puede ser que alguien nos esté necesitando y no nos
demos cuenta que con extender las manos y abrir nuestro corazón estaremos
siendo parte de este mundo casi en extinción.
Marielys L. Mar 2015
No hay comentarios:
Publicar un comentario